Los secretos de la cocina libanesa y su aporte a la gastronomía mediterránea.

La cocina libanesa es una de las más reconocidas y apreciadas en el mundo, gracias a su rica historia culinaria y sus sabores únicos. Con una influencia que se remonta a miles de años atrás, la gastronomía libanesa ha sabido combinar ingredientes frescos y especias aromáticas para crear platos deliciosos y saludables.

Uno de los secretos de la cocina libanesa es su enfoque en ingredientes frescos y de alta calidad. Los libaneses valoran mucho la frescura de los alimentos y prefieren utilizar productos locales y de temporada en sus recetas. Esto se traduce en platos llenos de sabor y nutrientes, que aportan beneficios para la salud.

Otro aspecto importante de la cocina libanesa es su uso de especias y hierbas aromáticas. El za’atar, una mezcla de tomillo, orégano, comino y sésamo, es una de las especias más populares en la cocina libanesa y se utiliza para condimentar carnes, ensaladas y panes. El sumac, una especia roja y ácida, se utiliza para darle un toque cítrico a los platos. Y el tahini, una pasta de sésamo, se utiliza para hacer salsas cremosas y deliciosas.

Además, la cocina libanesa es conocida por su variedad de platos vegetarianos y veganos. El hummus, una pasta de garbanzos y tahini, es uno de los platos más emblemáticos de la cocina libanesa y se sirve como aperitivo o acompañamiento. El tabbouleh, una ensalada de perejil, tomate, cebolla y trigo bulgur, es otro plato vegetariano muy popular en Líbano.

La cocina libanesa también es famosa por sus platos a base de carne, como el kebab, el shawarma y el kibbeh. El kebab es una brocheta de carne marinada y asada a la parrilla, mientras que el shawarma es carne asada en un asador vertical y servida en pan de pita con salsa de ajo. El kibbeh, por su parte, es una especie de empanada rellena de carne picada, cebolla y piñones.

En cuanto a los postres, la cocina libanesa ofrece una variedad de dulces deliciosos y elaborados. El baklava, una pasta de hojaldre rellena de nueces y bañada en almíbar, es uno de los postres más populares en Líbano. El knafeh, una especie de pastel de queso con masa de fideos de sémola y almíbar, es otro postre tradicional que se sirve en ocasiones especiales.

En resumen, la cocina libanesa es una de las más ricas y variadas del Mediterráneo, gracias a su enfoque en ingredientes frescos, especias aromáticas y platos saludables. Su influencia en la gastronomía mediterránea es innegable y su legado culinario perdurará por muchos años más. Si tienes la oportunidad de probar la cocina libanesa, no dudes en hacerlo y disfrutar de sus sabores únicos y exquisitos.